Presentamos el uso de videojuegos multijugador que manejan actividades colaborativas como un instrumento educativo acorde con la era digital que vivimos, así como las bases que soportan. Se derivan de los tres pilares sobre los cuales se apoya la utilización de estos videojuegos: su uso como elemento atractivo y motivador para un amplio porcentaje de la población en edad escolar, el aprendizaje implícito de conceptos ocultos en los retos y actividades del propio videojuego, y la aplicación de técnicas de aprendizaje colaborativo que permiten a los estudiantes desarrollar sus habilidades sociales mientras obtienen un aprendizaje más efectivo.
Ahora se describirán las principales características que deben presentar estos videojuegos:
a. Desafío: Ofrecer varios niveles de dificultad, información oculta y aleatoriedad promoviendo sentimientos de competencia en los participantes.
b. Curiosidad: Existe en dos formas diferentes: sensorial a través de los efectos audiovisuales, particularmente en los juegos de ordenador y cognitiva en la que se intrigan por paradojas .
c. Control: Se experimenta por medio de sentimientos de autodeterminación y control por parte del aprendiz.
d. Fantasía: Deben referirse no sólo a las necesidades emocionales, sino que deben proporcionar metáforas y analogías relevantes teniendo una relación directa con el material que se está tratando.
Estas son las características que distinguen una unidad didáctica de un videojuego. Cuando un niño se sienta delante del ordenador y se pregunta qué videojuego quiere jugar, parece lógico pensar que cuanto más se parezcan estos al tipo que el niño elige en la mayoría de las ocasiones, más veces querrá jugar.